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martes, 28 de junio de 2011

El Espíritu de Dios se mueve

Chihuahua
Hemos abandonado a Dios



John Rick Miller se presentará hoy a partir de las 18:00 horas en el parque El Palomar por un mensaje de paz. Foto: El Heraldo de Chihuahua


Llega a Chihuahua John Rick Miller
El Heraldo de Chihuahua
23 de junio de 2011




Venessa Rivas Medina/El Heraldo de Chihuahua


Chihuahua, Chih.- "La raíz de los problemas que se están viviendo actualmente, como la violencia, es porque estamos abandonando a Dios y nuestra moral se está aproximando a la que tiene un animal en la selva, porque no existe el respeto entre nosotros ni a la vida, estamos en una guerra del bien contra el mal", dijo a El Heraldo de Chihuahua el misionero laico John Rick Miller.


La solución que propone John Rick Miller ante el clima de violencia, inmoralidad y abandono de Dios, es volver los ojos a Dios, "pues los hijos de Dios están perdiendo el entendimiento de quienes son, tienen miedo y ahora son controlados por el crimen organizado, por gobiernos corruptos o de partidos políticos que buscan obtener el control a través de la violencia. Esta es una lucha por el poder y la raíz está en el dinero", dijo en entrevista.


John Rick Miller se presentará hoy a partir de las 18:00 horas en el parque El Palomar por un mensaje de paz, y la entrada es asistir con la familia para escuchar su mensaje.


Miller es un misionero laico católico comprometido con la evangelización. En el año 2009 estableció la misión internacional "Por el Amor de Dios en Todo el Mundo" y hoy nos visita para renovar el amor en nuestros corazones e invitarnos a actuar por nosotros mismos, nuestras familias y nuestro país. Indicó que la solución a la violencia que vivimos es un cambio personal.


Lo que le hace falta al mundo es volver sus ojos a Dios. Hace falta la presencia de Dios en la vida diaria, explicó que al olvidarnos de eso, hoy estamos viviendo las consecuencias, "yo estoy preocupado por el futuro de mis hijos y mis nietos, y si yo no hago algo, si no utilizo mis talentos y privilegio que Dios me dio, voy a tener mucha tristeza y al ver a mis hijos a los ojos y decirles: este es su futuro, un país sin Dios".


El laico enfatizó que en estos tiempos la gente debe de entender que no importa de qué país se hable en el mundo, están tomando una dirección hacia la violencia, el crimen y en general a una decaimiento de la identidad de la raza humana; nuestras morales se están aproximando a la misma que tiene un animal en la selva. Estamos perdiendo el respeto unos a otros, el entendimiento de la vida, y debido a ello los países del mundo están experimentando serios problemas, en un menor o mayor grado.


"La raíz del problema es que estamos abandonando a Dios, los hijos de Dios están perdiendo el entendimiento de quiénes son, tienen miedo y eso los lleva a ser controlados por la mayoría a través de gobiernos corruptos, de la corrupción del crimen organizado o de los partidos políticos que buscan obtener el control a través de la violencia, no importa cómo se llamen, todo es lo mismo, es una lucha por el poder y la raíz está en el dinero".


Para este laico comprometido, la fuente de combatir la ira está en reconocer que somos hijos de Dios. Hace 23 años John Rick Miller era un exitoso hombre de negocios, hasta que recibió el llamado de la Virgen y comenzó cambiar su vida, reconoció que estaba en el camino equivocado. "Cuando encuentras a Dios es una experiencia única, vas por toda tu vida pensando que la entiendes y luego te encuentras de rodillas y ya no puedes llorar ni una lágrima más, porque no tienes dirección, estás vacío, nada tiene sentido, de pronto te das cuenta que has tomado el camino equivocado".

John lo tenía todo, materialmente hablando, sin embargo se sentía solo, las cosas del mundo eran lo más importante para él, aun a costa de su alma, "estaba rechazando a Dios".

Un buen día, por la gracia de Dios, la Virgen María se introdujo en él y se dio cuenta de que estaba equivocado y que era tiempo de tomar el camino correcto, desde entonces se ha dedicado a predicar con el ejemplo.

Con su visita a Chihuahua se busca establecer la misión Por el Amor de Dios en Todo el Mundo en esta capital, siempre y cuando el Arzobispo don Constancio Miranda Weckmann lo permita. Esta misión busca restablecer la fe católica.

La misión es sencilla en su mensaje, le pidió a la gente de Chihuahua que comprenda la palabra Metanoia, que significa un despertar espiritual, es una palabra griega que significa conversión, es el movimiento interior que surge en toda persona que se encuentra con Cristo. Explicó que los griegos entendieron bien esto sobre todo cuando la sociedad estaba bajo el ataque de la corrupción.

La palabra Metanoia fue formada para dar una dirección, "un despertar espiritual es lo que cada una de las personas en Chihuahua necesita, porque la solución no son ellos, soy yo cambio personal, yo soy la única persona que tiene el poder de cambiar lo que pasa. Si yo entendí quién soy, entonces ya no deberé tener miedo y podré levantarme para decir están mal, no podemos continuar de esta forma, no podemos seguir contribuyendo a las cosas que están mal, y yo personalmente ya no voy a ofender a Dios".

John aseveró que cuando la gente empieza a entender nuestra vida, comprenderemos que necesitamos una relación con Dios, porque se nos ha dicho que somos a su imagen y semejanza, pero cuántos hacemos caso, "tenemos que comenzar esta relación, hablarle desde el corazón".

Hoy, John Rick Miller estará en El Palomar, este jueves de Corpus Christi, el evento iniciará a las 18:00 horas con una hora santa con exposición del Santísimo y se rezarán los misterios dolorosos.

A las 19:00 horas John Rick Miller compartirá su mensaje y su misión evangélica.

A las 20:00 horas habrá una celebración eucarística de consagración de Chihuahua a los corazones de Jesús y de María.

El costo de recuperación será asistir en familia e invitar a amigos. Se recomienda llevar ropa cómoda y agua.

El Heraldo de Chihuahua

miércoles, 22 de junio de 2011

La Conversión y las Cinco Piedritas de David

La Conversión y las Cinco Piedritas de David
Publicado por admin en junio 15, 2011 (14:42) en 00 Todas las Advocaciones, 06 Junio, ADVOCACIONES Y APARICIONES



Las cinco piedritas de Medjugorje nos deben llevar a la verdadera conversión. La paz es consecuencia de cumplir con ello, y es otorgada como don y recompensa.

La Reina de la Paz quiere que en nosotros reine la paz como reina en Ella. Aprovechemos el Tiempo de Gracia que Dios nos está dando como preparación para el nuevo tiempo de paz que Nuestra Madre Santísima nos ha prometido.

En los primeros tiempos los videntes le hacían innumerables preguntas y le traían peticiones de la gente durante las apariciones. Con una gran dulzura Ella respondía a sus inquietudes y oraba con ellos por las intenciones que le traían. La Virgen les daba importantes mensajes y les pedía que los viviesen.


En 1984 comenzó a darles mensajes semanales, y en 1987 estos se hicieron mensuales, dándolos para el mundo entero, el día 25 de cada mes.



EL LLAMADO A LA CONVERSIÓN

Para mucha gente los mensajes son repetitivos y simples, y por eso no los siguen. Les parece que la Virgen no dice nada nuevo. Pero no es así.


Sus mensajes tienen un sentido muy profundo y nos hablan del plan de Dios. Ella nos ha dicho que nos daría mensajes concretos para estos tiempos y nos ha pedido que los hagamos parte de nuestras vidas. Ya desde el comienzo expresó lo siguiente:

“Deseo darles mensajes como nunca antes en la historia, desde el principio del mundo”… “Que cada mensaje sea para ustedes un nuevo crecimiento”… “¡Mediten mis mensajes en oración!”
Estos mensajes se pueden resumir en un gran pedido: “¡Conviértanse, hijos míos!”

El mensaje central de Medjugorje es el llamado a la conversión, es decir, volver a Dios. El propósito de la Virgen es guiarnos hacia Jesús a través de innumerables mensajes que nos ha estado dando durante estos mas de veinte años.


Nuestra conversión es importante, y para lograrla la Virgen nos indica cinco medios importantes, o “piedritas”, como se acostumbra decir en Medjugorje, recordando la hazaña de David al derrotar al gigante Goliat con cinco guijarros y una honda (1Sam 17,50).

Estos medios, que se repiten constantemente en sus mensajes, son: la Oración, el ayuno, la Eucaristía, la Confesión y la lectura de la Biblia.


Las cinco piedritas de Medjugorje nos deben llevar a la verdadera conversión. La paz es consecuencia de cumplir con ello, y es otorgada como don y recompensa.

La Reina de la Paz quiere que en nosotros reine la paz como reina en Ella.


Aprovechemos el Tiempo de Gracia que Dios nos está dando como preparación para el nuevo tiempo de paz que Nuestra Madre Santísima nos ha prometido.



LAS “CINCO PIEDRITAS DE DAVID”


PRIMERA PIEDRITA: EL PEDIDO DE ORACIÓN

La Virgen nos exhorta a orar con el corazón y a dedicar un tiempo diario para nuestro diálogo con Dios. De esa manera, el Espíritu Santo nos hará ver los tiempos que vivimos y el plan que Dios tiene para cada uno de nosotros, así como la importancia de su venida a Medjugorje.


Nos pide además que todos reciten el Santo Rosario, especialmente los sacerdotes, el cual recomienda también para defendernos de los ataques de satanás, del que nos alerta en innumerables ocasiones.

La oración en familia es un tema importante y constante en sus mensajes. Ella nos dice que debemos poner a Dios en primer lugar en nuestro hogar. También nos recomienda la oración comunitaria y pide que se hagan grupos de oración en todas las parroquias.


La Virgen nos ha dicho que no hay nada que le agrade más que cuando nos escucha recitar su oración preferida: el Credo, que es nuestra profesión de fe.


Debemos aspirar a tener una fe profunda, fuerte, total, una fe que no vacila y que es generosa.

La Santísima Virgen nos pide también la consagración al Corazón de su Divino Hijo Jesucristo y a su Corazón Inmaculado.



SEGUNDA PIEDRITA: EL PEDIDO DE AYUNO

Casi al principio de las apariciones la Virgen dijo: “Ustedes han olvidado que a través de la oración y el ayuno se pueden evitar las guerras y suspender las leyes de la naturaleza”.

Algunos años después, en los años 90, la guerra de Bosnia trajo grandes sufrimientos al pueblo croata y entonces muchos entendieron las palabras de la Virgen. La Madre de Dios nos recuerda que toda penitencia y mortificación son santificadoras y atraen favores especiales de Dios.


Ella nos invita especialmente a ayunar dos veces por semana: los miércoles y los viernes.

Y el “mejor” modo de ayunar, nos explica Ella, es a pan y agua. Esto significa que puede haber otros modos de ayunar.


Se aconseja que la gente determine su propia capacidad de ayuno.


También podemos privarnos de ciertos gustos a los que estamos acostumbrados, ofreciendo este sacrificio para que se realice el plan de la Virgen.



TERCER PIEDRITA: LA EUCARISTÍA

La Virgen ha señalado la importancia de la Eucaristía y nos llama a vivir la Santa Misa, haciendo de ella el centro de nuestra vida y de nuestro día.


También nos ha dicho:
“Los invito a enamorarse del Santísimo Sacramento del Altar. Adórenlo, hijitos, en sus parroquias, y de esta manera estarán unidos al mundo entero.
Jesús será su Amigo y ustedes no hablarán de El como de Alguien a quien escasamente conocen. La unión con El será una alegría para ustedes y ustedes se convertirán en testigos del Amor que Jesús tiene por cada criatura. Hijitos, cuando ustedes adoran a Jesús también están cerca de mí”.




CUARTA PIEDRITA: LA CONFESIÓN

La Virgen nos señala que la paz viene de nuestra reconciliación con Dios, con nuestros hermanos y con nosotros mismos. Y para reconciliarnos con Dios necesitamos del sacramento de la reconciliación o confesión.


La confesión es el remedio para apartarnos del mal y encontrar la paz del corazón, tan necesaria, tan buscada y tan añorada en este mundo sin paz.

No podemos decir que nos hemos convertido si no hay un cambio radical en cada uno de nosotros, acompañado de contrición y del propósito firme de no desviarnos nuevamente del camino que Dios nos ha señalado.


Y si por desgracia caemos, levantarnos rápidamente y pedir perdón a Dios, apelando a su Misericordia y amor por nosotros.



QUINTA PIEDRITA: LA LECTURA DE LA SANTA BIBLIA

Un gran número de católicos no conoce la Biblia. La Virgen nos invita a leer la palabra de Dios y se lamenta diciendo: “Se han olvidado de la Biblia”.

Ella recomienda poner la Biblia en el centro de nuestros hogares, en un lugar visible. Nos dice que debemos leerla con frecuencia, porque la oración se alimenta con la palabra de Dios, y recomienda leer ciertos pasajes de la Escritura en los grupos de oración, tal como Mt 6, 24-34.

sábado, 18 de junio de 2011

Oraciones a la Sangre de Cristo



ALABANZAS A LA SANGRE DE CRISTO
Autor: Padre Pedro García, Claretiano
Jesús, autor de nuestra salvación. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, que diste tu Sangre en precio de nuestro rescate. ¡Bendita es tú Sangre preciosa!
Jesús, cuya Sangre nos reconcilia con Dios.
¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, que con tu Sangre nos purificas a todo. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, que con tu Sangre limpias culpas. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, por cuya Sangre tenemos acceso a Dios. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, que nos das tú Espíritu cuando bebemos tú Sangre. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, con cuya Sangre pregustamos las delicias del cielo. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, que con tú Sangre fortaleces nuestra debilidad. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, que nos das tú Sangre en la Eucaristía. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, cuya Sangre es prenda del banquete eterno. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, que nos vistes con tú Sangre como traje del Reino. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!
Jesús, cuya Sangre proclama nuestro valor ante Dios. ¡Bendita es tú Sangre Preciosa!

Oración.
Jesús, Salvador nuestro, presenta al Padre Tú Sangre que, en virtud de Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor. Purificados de nuestros pecados en el baño de esa sangre sagrada, esperamos alcanzar por ella la gracia de las gracias: nuestra salvación eterna. Así sea.



LETANIA A LA SANGRE DE CRISTO


Aprobada por su Santidad el Papa Juan XXIII. Se le fue otorgada la Indulgencia Parcial de siete años, y plenaria si se reza diariamente durante un mes, bajo el cumplimiento de las condiciones propias a dicha indulgencia: ir al sacramento de la confesión, recibir la comunión y orar un Credo, Padrenuestro y Ave María por las intenciones del Sumo Pontífice.

El Papa Juan XXIII pidió que se extendiera cada día más el Culto a la Preciosísima Sangre de Jesucristo.


Señor, ten piedad de nosotros.
Señor Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor Jesucristo, óyenos.
Señor Jesucristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Sangre de Cristo, Sangre del Unigénito del Padre Eterno: Sálvanos.
Sangre de Cristo, Sangre del Verbo Encarnado: Sálvanos.
Sangre de Cristo, corriendo a la tierra en la agonía: Sálvanos.
Sangre de Cristo, brotando en la flagelación: Sálvanos.
Sangre de Cristo, emanando en la coronación de espinas: Sálvanos.
Sangre de Cristo, derramada en la Cruz: Sálvanos.
Sangre de Cristo, el precio único de nuestra salvación: Sálvanos.
Sangre de Cristo, sin la cual no hay perdón: Sálvanos.
Sangre de Cristo, en la Eucaristía bebida y baño de las almas: Sálvanos.
Sangre de Cristo, río de Misericordia: Sálvanos.
Sangre de Cristo, vencedora de los demonios: Sálvanos.
Sangre de Cristo, fortaleza de los mártires: Sálvanos.
Sangre de Cristo, fuerza de los confesores: Sálvanos.
Sangre de Cristo, que engendra vírgenes: Sálvanos.
Sangre de Cristo, constancia de los tentados: Sálvanos.
Sangre de Cristo, alivio de los enfermos: Sálvanos.
Sangre de Cristo, consuelo de los que lloran: Sálvanos.
Sangre de Cristo, esperanza de los que hacen penitencia: Sálvanos.
Sangre de Cristo: alivio de los moribundos: Sálvanos.
Sangre de Cristo, paz y dulzura de los corazones: Sálvanos.
Sangre de Cristo, prenda de la Vida Eterna: Sálvanos.
Sangre de Cristo, que libera a las almas del lago del Purgatorio: Sálvanos.
Sangre de Cristo, dignísima de toda gloria y honor: Sálvanos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Ten Misericordia de nosotros.
Señor, Tú nos redimiste en tu Sangre, e hiciste de nosotros un Reino para Dios y Padre tuyo.


Oremos:


Omnipotente y Sempiterno Dios, que constituiste a tu Unigénito Hijo Redentor del mundo y quisiste aplacarte con su Sangre; te suplicamos nos concedas que de tal modo veneremos el precio de nuestra Redención, que por su virtud seamos preservados en la tierra de los males de la vida presente, ¡para que gocemos en el Cielo de su fruto eterno! Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.





NUEVA LETANÍA A LA SANGRE PRECIOSA DE CRISTO
Ordenada por el Papa Juan XXIII



El mismo Papa que mandó inscribir en el Ritual de la Iglesia esta letanía nos mandaba también añadir, antes de la reserva del Santísimo Sacramento, la alabanza: ¡Bendita sea su preciosísima Sangre! ¿Por qué?... Esa Sangre por la que fuimos salvados merece una devoción especial. Además, es un reconocimiento agradecido al amor de Jesucristo, que no ahorró ningún sufrimiento a fin de ganarse el amor de nuestros corazones.


Señor Jesucristo, que con tú Sangre limpias el pecado del mundo y nos mereces la salvación.
¡Sálvanos ahora y siempre!


Señor ten piedad. Cristo, ten piedad.
-Señor ten piedad.
-Cristo, óyenos
-Cristo, escúchanos.


Dios, Padre Celestial, ten piedad.
Dios, hijo Redentor del mundo, ten piedad.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad.
Trinidad Santa, que eres un sólo Dios, ten piedad.


RESCÁTANOS (se repite en cada una)
-Sangre de Cristo, Hijo Unigénito del Eterno Padre.
-Sangre de Cristo, del Verbo de Dios hecho Hombre.
-Sangre de Cristo, de la Nueva y Eterna Alianza.
-Sangre de Cristo, caída en la tierra durante la agonía del Huerto.
-Sangre de Cristo, que corrió abundante durante la flagelación.
-Sangre de Cristo, vertida de la cabeza en la coronación de espinas.
-Sangre de Cristo, derramada en la cruz.
-Sangre de Cristo, precio de nuestra salvación.
-Sangre de Cristo, con la cual hay redención de los pecados.
-Sangre de Cristo, bebida nuestra en la Eucaristía y baño de las almas.


- Manantial de misericordia
- Río de misericordia
-
Lago
de misericordia
- Catarata de misericordia
- Mar de misericordia
- Océano de misericordia


Sangre de Cristo
-Sangre de Cristo, victoria sobre el demonio.
-Sangre de Cristo, fuerza de los mártires.
-Sangre de Cristo, vigor de los confesores de la fe.
-Sangre de Cristo que engendra vírgenes.
-Sangre de Cristo, fortaleza de los que peligran.
-Sangre de Cristo, alivio de los que sufren.
-Sangre de Cristo, consuelo en la aflicción.
-Sangre de Cristo, esperanza del pecador.
-Sangre de Cristo, seguridad de los moribundos.
-Sangre de Cristo, paz y delicia de los corazones.
-Sangre de Cristo, prenda de la vida eterna.
-Sangre de Cristo, liberación de las almas del purgatorio.
-Sangre de Cristo, digna de toda gloria y honor.
-Nos has redimido, Señor, con tu Sangre.
-Y has hecho de nosotros un Reino para nuestro Dios


Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que te aplacaste con la Sangre de tu Hijo Jesucristo, constituido Redentor del mundo. Al venerar esta Sangre Sagrada, líbranos de todo mal y danos la alegría del cielo. Amén




ORACION CON EL PODER
DE LA SANGRE DE CRISTO


Señor Jesús, en Tu Nombre,
y con el poder de Tu Sangre Preciosa
sellamos toda persona, hechos o acontecimientos
a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos toda potestad destructora
en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego,
debajo de la tierra,
en las fuerzas satánicas de la naturaleza,
en los abismos del infierno, y en el mundo
en el cual nos moveremos hoy.


Con el poder de la Sangre de Jesús rompemos toda
interferencia y acción del maligno.
Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares
y lugares de trabajo a la Santísima Virgen
acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael
y toda su corte de Santos Ángeles.


Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan (nombrar a cada una de ellas), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos, y los bienes que El generosamente nos envía para nuestro sustento. Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes y pisos, el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia.

Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar a cada una de ellas). Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar. Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra Patria a fin de que Tu paz y Tu Corazón al fin reinen en ella.


Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida,
ya que gracias a Ellas hemos sido salvados
y somos preservados de todo lo malo. Amén.






NOVENA A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO


PREPARACIÓN
(Se dice cada día de la novena)


Los Santos del Apocalipsis cantan fervorosamente: "Con tu Sangre has comprado para Dios gentes de toda tribu, lengua, pueblo y nación; has hecho de ellos una dinastía sacerdotal, que sirve a Dios y reina sobre la tierra" Ap. 5:9.


Nosotros ahora nos unimos a este clamor celestial, y en la comunión del Espíritu con todos los santos de la tierra, y venerando esa Sangre divina que nos rescató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino de la luz, rendimos culto reverente a Dios, como pueblo sacerdotal que somos. Col. 1: 13 y 20.


Cristo Jesús, Cordero de Dios, que nos has salvado con tu sangre, ¡te alabamos!,¡te bendecimos!, ¡te adoramos!,¡te damos gracias rendidas!, Y te pedimos la salvación de todos los que nos hemos lavado en tu Sangre Sagrada. Amén.






Día primero


Leo en la Palabra de Dios. "¡Dichosos los que lavan sus vestiduras en la Sangre del Cordero!" (Apocalipsis 22:14).


¿Debe espantarnos el pecado? Sí; porque es el mal de los males, que lleva consigo la separación de Dios y la condenación eterna. Dios nos ofrece su perdón, pero nosotros podemos desoír la llamada del Espíritu, que nos invita siempre a la conversión y a la perseverancia. ¿Y si yo he pecado? Podría anidar en mi alma cualquier sentimiento, menos el de la desesperación. Porque tengo un Salvador que pagó por mí y me llama de nuevo a su amor. Confío en la Sangre de Cristo, que me ha limpiado de toda mancha. Señor Jesús, ¡gracias por tu bondad! No quiero pecar más en adelante. Lo que quiero es amarte cada vez más con todo mi corazón.


Padrenuestro.


Las lágrimas de mis ojos ahora son el cantar de un alma que, arrepentida, no sueña más que en amar.


Oración. OH Dios, que nos pides el amor de nuestro corazón, concédenos la gracia de vivir siempre en el amor a Jesús y obtener por su Sangre nuestra salvación eterna. Por Jesucristo nuestro Señor Amén.






Día segundo


Leo en la Palabra de Dios. "Tenemos, hermanos, una confianza jubilosa de entrar en el santuario del Cielo por virtud de la Sangre de Jesús" (Hebreos, 10:19).


Dios nos infundió en el Bautismo la esperanza, junto con la fe y el amor. Llego al Cielo por lo méritos de la Sangre de Cristo. A ellos uno mi esfuerzo, para corresponder con mis obras a lo que El hizo por mí. Mi vida, para conseguir la salvación, debe ser digna de la Sangre que me compró. Por eso, debo trabajar siempre mí salvación con "temor y temblor", como nos dice San Pablo. Miedo a Dios, no; porque El es Fiel y me salva; sino miedo a mi debilidad o malicia, porque yo puedo fallar a Dios. Pero, ¡confianza! Porque Jesús y yo juntos lo podemos todo.


Padrenuestro


Cielo azul, cielo estrellado, Cristo tus puertas abrió. ¡A ti voy, por ti suspiro, Patria de mi corazón!


Oración. OH Dios, que nos has redimido con la Sangre preciosa de tu Hijo, conserva en nosotros la acción de tu misericordia para que podamos conseguir sus frutos eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.






Día tercero


Leo en la Palabra de Dios. "Ellos vencieron al dragón por la fuerza de la Sangre del Cordero y en virtud del testimonio que dieron, pues despreciaron sus vidas hasta morir por él" (Apocalipsis 12: 9-1 l).


¿Qué significa mi vida cristiana? Es lucha: contra el dolor, que podría desesperarme; contra el cansancio, que podría rendirme en el camino; contra los que atentan mi fe y mi virtud, que exigen mi testimonio; contra mi contra el pecado, que podría hacerme perder a Dios... Pero tengo en mis manos la fuerza del mismo Cristo. El luchó contra Satanás y el pecado hasta la sangre, y con su Sangre nos da la victoria a nosotros. ¿Puedo yo acobardarme y ceder ante el enemigo, si cuento con la fuerza de la gracia de Cristo?...


Padrenuestro


La vida es de los valientes, de los que saben luchar. Con Cristo, que va delante, ¿Me puedo yo acobardar?...


Oración. OH Dios, que en la Sangre de Jesús, derramada valiente y generosamente en la cruz, nos das la fuerza contra todos los enemigos. Haz que por ella me mantenga yo siempre fiel a ti. Por Jesucristo nuestro Señor.






Día cuarto


Leo en la Palabra de Dios. -El Espíritu Santo os ha constituido vigilantes, para que apacientes la Iglesia de Dios, que él se adquirió con su propia Sangre" (Hechos 20:28).


Lo que dice San Pablo a los pastores de la Iglesia vale para todos nosotros, porque todos somos Iglesia por la cual Cristo derramó su Sangre. ¿Puedo desentenderme yo de la Iglesia? ¿Puedo aceptar los ataques de que es objeto? ¿Puedo ver despreciada su verdad? ¿Puedo tolerar la desobediencia a sus Pastores? ¿Puedo mirar sin horror a los que abandonan con peligro grave su salvación? ¿Puedo dejar de trabajar en una u otra obra de apostolado, tal como lo exigen mi Bautismo y Confirmación? Si no trabajo por la Iglesia, estoy traicionando a la Sangre con que Cristo se la adquirió...


Padrenuestro


¡OH, Iglesia Santa y católica, todo mi amor para ti! Tú sabes que sólo anhelo en tu regazo sobrevivir.


Oración. Señor Jesucristo, hazme vivir en tu Iglesia, Esposa tuya que adquiriste con tu Sangre. Que por ella trabaje, en ella viva y en ella sobreviva. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos Amén.






Día quinto


Leo en la Palabra de Dios.-¡Bebed, pues ésta es mi sangre!" (Mateo 26: 27-28). "El cáliz de la bendición que consagramos, ¿no es comunión con la Sangre de Cristo". "Cuantas veces coméis este pan y bebéis este cáliz, proclamáis la muerte del Señor hasta que él vuelva" (I Corintios 10:16; 11:26).


Padrenuestro


¿En qué hago consistir yo mi devoción a la Sangre de Cristo? En oraciones, ciertamente. Pero jamás podré buscar otro punto en que centrar esa mi devoción como la Eucaristía. Recibo la Sangre de Cristo en la Comunión. En la Comunión me comunica la Sangre divina toda su fuerza. En la Comunión me aseguro para siempre el fruto de la salvación que Cristo me ganó al derramar su Sangre por mí. ¿Comulgo todas las veces que puedo y de la mejor manera que puedo?...


Eres bebida del Cielo, eres vino embriagador. Eres amor y alegría, ¡Cáliz de la salvación!


Oración. Señor Jesucristo, hazme beber con ansia tu Sangre, Vino Nuevo del Reino, y prenda de las delicias que me embriagarán en la Patria celestial. Amén.






Día sexto


Leo en la Palabra de Dios. -Os habéis acercado a Jesús, que nos ha rociado con una sangre que habla más elocuentemente que la de Abel" (Hebreos 12: 23-24).


¿Qué pedía a gritos la sangre de Abel? ¡Venganza! "La sangre de tu hermano grita a mí desde la tierra", de Dios a Caín. Pero la Sangre de Cristo clama mucho mejor: "¡Padre, perdónalos!"... La Sangre de Jesús nos da la paz con Dios y derriba todo muro que nos divide a los hombres, porque "todo lo pacificado con la sangre de su cruz". Entonces, ¿Somos dignos de Cristo cuando anida un rencor en nuestro corazón? ¿Somos como el Jesús de la cruz, si, no perdonamos nosotros de verdad?... ¿Podemos beber la Sangre de Cristo en la Comunión, si, no rebosamos amor a todos?....


Padrenuestro


Sangre de Jesús, que gritas: ¡Perdón, oh Padre, perdón!" Di, ¿qué quieres de nosotros?... ¡Qué sea perdonador!


Oración: Señor Jesucristo, que nos mandas a perdonar generosamente hasta el peor de nuestros enemigos. Infúndeme tú mismo amor a fin de que, amando sin distinción a todos, merezca tú perdón y tú gracia. Amén.






Día séptimo


Leo en la Palabra de Dios. -Vi el cielo abierto. Y el que se llama desde siempre El Verbo de Dios, estaba cubierto con un manto lleno de sangre" (Apocalipsis 19: 12-13).


Jesucristo, el Hijo de Dios, aparece en el Cielo como un militar triunfador. Se empapó de sangre, en la suya, y ahora ostenta las propia, luchando contra el enemigo condecoraciones ganadas en una guerra a vida o muerte. Ha vencido en toda la línea. "El príncipe de este mundo ha sido echado fuera". Y llega el día en que "todos sus enemigos estarán colocados como escabel de sus pies"... ¿Me doy cuenta a qué me llama el Señor? El Cielo no es para cobardes, sino para los esforzados que, como Jesús, saben enfrentarse cada día, hasta la sangre, en la lucha contra el mal.


Padrenuestro


Por tú Espíritu, Señor, danos valor en la lucha, danos la victoria; victoria sobre la muerte danos la Gloria futura.


Oración. Señor Jesucristo, que nos dijiste que el Reino de los Cielos lo arrebatan únicamente los valientes. Dame el esfuerzo que necesito para ir contigo hasta el Calvario a fin de subir desde él al Cielo. Amén.






Día Octavo


Leo en la Palabra de Dios. "Estos son los que han lavado y blanqueado sus vestiduras en la Sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios" (Apocalipsis 7:14).


Hemos de contar con el pecado como una triste realidad de nuestra vida. Heredamos de nuestros padres Adán y Eva una naturaleza dañada, y nuestra malicia a veces, y nuestra debilidad siempre, nos llevan a ofender a Dios de muchas maneras. ¿Quién pondrá remedio a esta dolorosa condición nuestra?.


¡Gracias sean dadas a nuestro Señor Jesucristo, que con su Sangre nos ha librado de tan lastimosa condición! Dios nos pide solamente arrepentimiento, conversión, reconciliación con El mediante los Sacramentos. Y, eso sí, lucha valiente para no hacer nunca las paces con el pecado.


Padrenuestro


¡Qué divino tesoro, Jesús, me has dado en tu Sangre! ¡Límpiame de toda mancha, para ser como te agrada!...


Oración. Señor Jesucristo, amador de los pecadores, que somos todos. Derrama sobre mí la abundancia de los méritos de tú Sangre, para que, con limpieza de corazón, vea siempre a Dios en todas las cosas. Amén.






Día noveno


Leo en la Palabra de Dios. -Tenemos un Pontífice excelso, Jesús, que ha penetrado los cielos - con su propia sangre - y está siempre vivo para interceder por los que por él se llegan a Dios" (Hebreos 4:14, 19:12, 7:25).


Una última mirada a la Sangre de Cristo. ¿Qué nos ha merecido Jesús con ella? Nada menos que la Gloria de Dios, la misma con la que Dios es infinitamente dichoso, la que tiene el mismo Jesucristo glorificado a la derecha del Padre. Y ante este su Padre está repitiendo continuamente: "Quiero que donde yo estoy estén también los míos que Tú me diste". Ya que para esto se adelantó: "Voy a prepararos un lugar" Nuestro destino es el Cielo, que no es propio de almas débiles, sino de los espíritus más grandes, que no se contentan sino con Dios.


Padrenuestro


Como Esteban, entreabierto veo el Cielo, Señor. ¿Cuándo podré estar contigo? ¡Hoy lléname de tu Presencia!


Oración. Señor Jesucristo, autor, guía y consumador de la fe, que vas al frente de los que caminan hacia la Patria. Hazme seguir fielmente tus pisadas para conseguir ese Cielo que me tienes prometido y preparado. Amén.


"EN SU GRAN AMOR DIOS ME HA LIBERADO POR LA SANGRE QUE SU HIJO DERRAMÓ, Y HA PERDONADO MIS PECADOS". (Efesios 1:7)


OH DIVINO ANTÍDOTO, LIBÉRAME DEL VENENO DEL PECADO AMÉN, ALELUYA, AMÉN.





 
ORACIÓN
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del Costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡OH buen Jesús, óyeme! Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de ti. Del enemigo malo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a ti, para que con tus santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén, Aleluya, Amén.